martes, 8 de junio de 2010

Técnicas de Estudio - Caminos posibles

Aspectos a tener en cuenta cuando tenés que preparar un examen:

1) QUERER ESTUDIAR
2) PREPARARSE
3) APRENDER LAS REGLAS (POCAS Y CLARAS)
4) PRACTICARLAS HASTA QUE SE CONVIERTAN EN HÁBITO


QUÉ SON LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO

1. Querer estudiar
Tener motivación para aprender, es decir, saber que implica cierto esfuerzo y estar dispuesto a realizarlo. Una vez aceptada una meta, el camino hacia ella se hace más fácil, por tanto hemos de clarificar, cuanto sea posible, nuestras metas en el estudio.

2. Prepararse
Reunir todas las condiciones favorables para aprender, y asociar sentimientos agradables a todo lo referente al estudio, ya que así se asimilará y se recordará mejor.

3. Aprender las reglas (pocas y claras)
Sólo se puede mejorar aquello que se conoce bien.

4. Practicarlas hasta que se conviertan en hábito
La reelaboración continua y el repaso hace muy fuerte la conexión entre los elementos estudiados, reduciendo mucho el olvido.


QUÉ SON LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO

Los métodos de estudio son una serie de estrategias y técnicas que conducen a un mejor estudio, a comprender y recordar mejor toda la materia. Son unos pasos, unas etapas que siguen un orden lógico y que nos permiten aprender más, aprender lo más importante y un mejor recuerdo.


Ahora abordaremos las condiciones generales que permiten aprovechar al máximo las técnicas de estudio.

FACTORES AMBIENTALES
Los factores ambientales inciden directamente sobre el rendimiento psicofísico, al actuar sobre la concentración y la relajación del estudiante y crear un ambiente adecuado o inadecuado para la tarea de estudiar.

Lugar de estudio
El mejor es tu habitación personal, a la que debes procurar dotar de las condiciones de iluminación, silencio, temperatura, ventilación, etc. que favorezcan tu sesión de estudio. Si esto no es posible, busca una biblioteca lo más silenciosa posible, siempre la misma.

Temperatura
Debe oscilar entre los 18 y los 22 grados centígrados. La distribución del calor ha de ser homogénea, como en la calefacción por aire y no la central. El foco de calor no ha de estar cercano a la mesa de estudio.

Silencio
Tratá de ubicarte en una habitación sin ruidos en la que no seas interrumpido ni molestado. Alejate del salón principal, del teléfono y de todo cuanto implique conversación, pues los ruidos con sentido distraen más que los ruidos sin sentido. Si el nivel de ruidos ambientales es demasiado elevado y no puedes hacer nada para evitarlos, procura atenuarlos utilizando tapones en los oídos o poniendo la música ambiental recomendada.

¿Estudiar con o sin música?
La música vocal actúa como un distractor externo al concentrar sobre ella la atención del estudiante, que sigue la letra.

Según Sheila Ostrander (cit. por Salas Parrilla, 1990) la música instrumental del barroco - Bach, Corelli, Haendel, Telemann, Vivaldi, Albinoni, etc.- de ritmo lento provoca un estado de concentración relajada.

El volumen de la audición ha de ser bajo, inferior incluso al de la música ambiental.

Iluminación
La iluminación más aconsejable es la natural; aunque a veces se necesita la artificial. Debe estar distribuida de forma homogénea y han de evitarse tanto los resplandores como los contrastes de luz y sombra.

Lo ideal es que combines la adecuada iluminación general de tu habitación con la iluminación local de una lámpara de mesa de unos 60 W como mínimo, que ilumine directamente lo que estás haciendo.

En los diestros la luz debe entrar por la izquierda y, en los zurdos, por la derecha.

Ventilación y calefacción
El aire de la habitación de estudio ha de ser renovado, aproximadamente cada 6 horas.

Mobiliario y postura
La mesa debe ser bastante amplia, con lo que evitarás interrupciones para buscar material.

La altura ideal de la mesa debe estar en relación con la altura de la silla y la del estudiante/a, de forma que las piernas formen un ángulo recto y los pies descansen en el suelo.

La silla debe tener una altura que permita mantener los pies en el suelo, las rodillas dobladas y las piernas formando un ángulo recto. Las modernas sillas de oficina, anatómicas y regulables en altura, son más adecuadas.

Cerca de la mesa debes tener una pequeña estantería; en ella debes reunir los libros, cuadernos, apuntes y diccionarios que necesitás.

La mejor forma de estudiar es sentado en una silla, junto a una mesa proporcionada, con la espalda recta, las piernas formando ángulo recto, los pies en el suelo, los antebrazos encima de la mesa y la cabeza y parte alta de la espalda ligeramente inclinadas hacia delante. Se debe huir de las actitudes demasiado cómodas.

La distancia ideal entre los ojos y el libro es de unos 30 cms., manteniéndose éste perpendicular a la visual. La utilización de un atril, o, en su defecto, una pila de libros para apoyar el libro de estudio, disminuye la fatiga y facilita el mantenimiento de la postura correcta.

FACTORES INTERNOS

¿Cómo lograr buenas condiciones psico-físicas para estudiar?

Las buenas condiciones psico-físicas se alcanzan a través de dos herramientas fundamentales, que son recomendadas por todos los especialistas en métodos de estudio, y su efecto positivo ha sido verificado en diversos pruebas científicas, a través de la estadística.
Esas dos herramientas son:
1) La relajación.
2) La autosugestión.

Daremos los principios de la relajación y la autosugestión para que los practiques y te beneficies con ellos.

LA RELAJACIÓN
El uso de la relajación muscular, junto con la respiración controlada, limita la ansiedad, mantiene el cuerpo saludable y contribuye a la lucidez mental (porque puede ayudar a crear pausas donde, además del cuerpo, se relaja la mente, convirtiendo esos minutos de práctica en verdaderos ‘descansos cerebrales’).

RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA
La relajación no solamente es un instrumento comprobadamente eficaz para crear mejores condiciones psico-físicas para el estudio y para el buen desempeño en los exámenes, sino que propende a una mejor salud y además es la condición necesaria para una autosugestión eficaz.
Cuanto más practiques ésta técnica, más beneficios psico-físicos te brindará. Pero hace falta perseverancia.
Te recomendamos una práctica breve (no lleva más de cinco minutos) pero constante.
Puedes realizarla dos o tres veces por día.
La relajación es altamente recomendable, gratuita.

CÓMO PRACTICAR UNA RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA
Para empezar la relajación elige un sitio cómodo, con luz tenue y sin demasiados ruidos.
Debes sentarte en una silla muy cómoda con respaldo, o en sillón, preferentemente con un apoyabrazos. La columna vertebral debe quedar bien recta, y los pies apoyados completamente en el suelo.

Los pasos básicos de la relajación son:
• Tensar los músculos de una parte del cuerpo durante 5 a 7 segundos.
• Relajar de 15 a 20 segundos.

Es necesario que te concentres primero en la tensión como algo desagradable, y después en la relajación, que se produce como algo agradable.
Sobre el orden a seguir en el ejercicio, conviene destacar que obedece a la siguiente razón : los músculos largos -brazos y piernas - son bastante más fáciles de relajar que los músculos cortos - los de la cara, por este motivo a esta relajación se la llama “progresiva”.
EL EJERCICIO SE REALIZA EN LA SIGUIENTE SECUENCIA :
BRAZOS:
Brazo derecho: Tensar los músculos del brazo...............relajar.
Brazo izquierdo: Tensar............... relajar.
HOMBROS:
Tensa primero los hombros, subiéndolos hacia las orejas todo lo que puedas...............relaja.
Tensa los hombros apretándolos fuerte hacia atrás (sobre el sillón o la cama) ............... relaja.
PECHO:
Tensar el pecho conteniendo el aire...............relajar expulsando el aire.
Centrarse después en la relajación, respirando normalmente y dejando los músculos del pecho sueltos, relajados, sin tensión.
CUELLO:
Tensar el cuello, apretando fuerte la cabeza contra el sillón o la cama (5-7 seg.) ............... relajar (15-20 seg.). Concéntrate en la sensación de relajación que se produce cuando relajamos los músculos.
ESTÓMAGO:
Tensar los músculos del estómago apretando fuertemente el estómago hacia dentro............... relajar.
MÚSCULOS DE DEBAJO DE LA CINTURA:
Tensar los músculos de debajo de la cintura apretando las nalgas contra el sillón 5-7 segundos............... relajar y centrarse en la relajación que se produce en estos músculos, dejarlos sueltos, sin tensión.
PIERNAS:
Derecha: Tensar crispando los pies hacia arriba...............relajar.
Izquierda: Tensar...............relajar.
LA CARA:
Frente:
Tensar la frente subiendo las cejas hacia arriba...............relajar.
Concentrarte en la relajación de esta zona corporal.
Ojos:
Tensa los ojos cerrándolos y apretándolos fuertemente............... relaja.
Nariz:
Tensa la nariz subiéndola un poco hacia arriba ............... relaja.
Boca:
Tensar la boca apretando los labios uno contra otro ............................ relajar. Concéntrate en la relajación dejando los músculos sueltos y sin tensión.
Un factor clave en la relajación es el proceso respiratorio. Es preciso concentrarse en la respiración sin alterar su ritmo o profundidad. Intercalar cada tanto, entre las otras, la fórmula ‘ESTOY RESPIRANDO EN FORMA TOTALMENTE TRANQUILA’.
Cualquier modificación voluntaria puede tener efectos perturbadores e implicar contracciones musculares.
Al terminar el ejercicio, PARA SALIR DEL ESTADO DE PROFUNDA RELAJACIÓN: efectuar movimientos sucesivos; hacer varias flexiones y extensiones enérgicas con los brazos, inspirar fuertemente, abrir los ojos, y desperezarse.

HORARIO DE ESTUDIO

Está más que demostrada la necesidad de estudiar de forma planificada, de manera constante y ajustándose a un horario (similar a los hábitos de trabajo impuestos por la sociedad). El trabajo eficaz para aprobar los exámenes es el que se hace de manera regular y continuada. Hay que tener en cuenta que las principales limitaciones de la eficacia en el estudio son:

La desorganización (del tiempo, del material, del espacio, etc.), que supone descuidos, falta de planificación del tiempo y, en definitiva, irresponsabilidad;
La inconstancia en el trabajo privado o en la asistencia a
clases;
La superficialidad: hacer las cosas para salir del paso, para cumplir sin más (asistir a clases como un mero espectador, leer de forma pasiva, atender más a cómo dice las cosas el profesor que a lo que dice, etc.);
La distracción por falta de concentración: si hacemos las cosas superficialmente perdemos el tiempo, rendimos poco y nos cansamos excesivamente; las distracciones dependen, generalmente, del desinterés o de una mala comprensión de lo que se estudia (cuando lo que se lee o se escucha sólo se ve o se oye, sin buscar su significado, su sentido).

Todo buen estudiante debe planificar el tiempo de estudio; de no ser así, perderá mucho tiempo y eficacia. El confeccionar un horario te ahorrará esfuerzo y tiempo: sin él perderás mucho tiempo indeciso/a en determinar qué vas a estudiar, cuándo lo harás, qué material utilizarás, etc. Se trata de hacer cada cosa en su momento, con regularidad: clases, estudio privado, deporte, ocio.

Para elaborar tu horario de estudio debe considerar los siguientes aspectos:
a) Confecciona tu horario a partir de las horas fijas (trabajo, comidas, dormir, clases, otras actividades, etc.), procurando aprovechar todas las que te queden libres, aunque sean breves espacios de tiempo.
b) Se recomienda como mínimo una hora de estudio por cada hora de clase, aunque ello dependerá de las dificultades que la materia tenga para vos. Esto implica, al menos, dos horas de estudio privado diario; intenta estudiar el mayor tiempo posible y recuerda la importancia de estudiar un poco más cada semana, cada mes.
c) Dedica a cada asignatura un tiempo proporcional a su dificultad e importancia de cara a aprobar los exámenes.
d) Distribuye el tiempo de estudio personal por materias concretas. Es decir, no basta poner: «estudio de 6 a 9»; hay que tener claro, por ejemplo: de 6 a 7Matemática; de 7 a 8 Lengua; de 8 a 8:30 Ed. Cívica, de 8:30 a 9 Biología, etc. Evitamos dudas sobre qué estudiar, no dedicaremos más tiempo a las materias más fáciles o agradables y distribuiremos mejor el tiempo dedicado a cada asignatura: es mejor estudiar cada materia en varias sesiones cortas a lo largo de la semana, que un solo día en una sesión larga.
e) No pongas juntas asignaturas similares. Procura alternar las materias de manera que sean diferentes las que estudies seguidas.
f) Las sesiones de estudio para una misma materia no deberían exceder de hora y media seguida, salvo en caso de examen. Es bueno un pequeño descanso y, luego, cambiar de materia o actividad, dejar de estudiar y hacer actividades o ejercicios, etc.
g) Tratá de estudiar cada día las materias que te explicaron en clase, lo más cerca posible de la explicación. Si no asistes a clase, estudia todas las materias a diario.
h) Dedica un tiempo al repaso: cada día. antes de acostarte, dedica que un tiempo a refrescar lo estudiado durante el día y en sesiones anteriores.
i) Es imprescindible dedicar a diario un rato a distraerse, hacer ejercicio, etc.. aunque posiblemente esté de mas recordártelo.
j) Estudia siempre a las mismas horas. Estudiar siempre a la misma hora y en un mismo lugar favorecerá el nivel de concentración y el rendimiento, ya que irá creando en ti un hábito, una necesidad inconsciente de estudiar.
k) Procura ser rígido con la planificación. Cumple el horario hasta crear un hábito, haz que las horas dedicadas a estudiar sean inamovibles. Confecciona un horario de estudio semanal y ponlo por escrito; colócalo en un lugar visible y cúmplelo a rajatabla. Si te falta tiempo para estudiar lo previsto, amplía el tiempo dedicado a estudiar; si te sobra tiempo, aprovéchelo para repasar, contestar cuestionarios, elaborar preguntas, etc.
l) Asegúrate de que estudias un número de horas suficiente como para aprobar los exámenes, sin agobios y prisas de última hora.
m) Estudiar cansa, por tanto, descansa cuando dejes de estudiar (entre materia y materia) y cuando te sienta agotado. Para descansar, cambia de actividad intelectual o haz un cambio mental total, procurando relajar los músculos y los sentidos, o, simplemente, estar un rato sin hacer nada.
Un posible horario de estudio podría ser:

Es fundamental estudiar cada día todas las materias.

El estudio diario debería constar de los siguientes momentos:
a. Confección de unos buenos apuntes lo más cerca posible de la explicación, si asiste a clases, o durante la sesión de estudio en casa.
b. Estudio de la materia prevista para el día en la planificación: Comprensión perfecta.
c. Realización de tareas: síntesis, preguntas, pedidos del profesor, etc.
d. Repaso, revisión de lo que estudiarás el día siguiente.
e. Repaso de lo estudiado en el día de hoy y lo que corresponda, en función del calendario de repasos, de días anteriores.
Intentá estudiar así toda la semana.

LA SESIÓN DE ESTUDIO
Hay que acostumbrarse a seguir siempre un orden. Sugerimos el siguiente:
1. Comenzar a estudiar con decisión (tan pronto como uno se siente en la silla). En cuanto uno se sienta a estudiar, debe desencadenarse en el cerebro el reflejo de que comienza ya la sesión de estudio, sin más preámbulos. Así, la actividad intelectual se pondrá en marcha de forma automática, sin esfuerzo.
2. Es aconsejable comenzar a estudiar un tema por su aspecto más fácil y agradable o que ofrezca más interés. A medida que se va profundizando en los contenidos, será más fácil acceder a lo que entraña una mayor dificultad.
3. Los puntos más difíciles deben abordarse cuando el nivel de atención y concentración sea máximo.
4. Dejar los trabajos sencillos que no necesitan mucha atención para cuando se esté más cansado: dibujar, pasar apuntes en limpio, hacer trabajos manuales...
5. Descansar periódicamente. El estudiante normal necesita descansar cada cincuenta o sesenta minutos.
Tras la primera hora de estudio, cinco minutos son suficientes para hacer unas cuantas respiraciones profundas frente a la ventana, desentumecer los músculos, estirar las extremidades, hacer algunas flexiones, beber una vaso de agua....
A partir de la segunda hora de estudio, el tiempo de descanso deberá ampliarse a quince, veinte, o treinta minutos.
No conviene dejar la sesión de estudio cuando haya una cuestión muy difícil que no se ha logrado resolver, sino en algún aspecto de interés y agrado que haga fácil la reanudación del estudio.

DIVIDIR EL TIEMPO DE LA SESIÓN EN 4 ETAPAS:
1) Exploración.
2) Adquisición.
3) Fijación y Repaso.
4) Autoevaluación.


Podemos también mejorar nuestra memoria sobre nueva información con interrupciones en nuestras sesiones de aprendizaje. Si lo hacemos así, nos aprovecharemos de los siguientes ‘efectos especiales’ descubiertos por los psicólogos:
• Recordamos más de la primera parte de una sesión de estudio. Esto se conoce como EFECTO DE PRIMACÍA.
• El material aprendido durante el final de una sesión de aprendizaje también se recuerda mejor después. Esto se denomina EFECTO RECIENTE.
• Si interrumpimos un período de aprendizaje, automáticamente aumentamos nuestra memoria. A esto se le llama EFECTO ZEIGARNIK.
• Unos pocos minutos después de aprender algo nuevo, la memoria a menudo aumenta durante un corto período de tiempo. Esto se conoce como EFECTO DE REMINISCENCIA.
Si intentamos aprenderlo todo en una sola sesión larga, sólo nos beneficiaremos del efecto de primacía y del reciente, de ninguna manera de los otros dos. Si la sesión se divide en algunos períodos más pequeños, con interrupciones entre ellos, conseguimos aprovecharnos de los cuatro fenómenos naturales.

PERSEVERANCIA Y REGULARIDAD
CADA COSA A SU TIEMPO.
Conviene que siempre estudies a las mismas horas. En módulos que puedas controlar, libre de interrupciones, excepto las que impongas por tu propia conveniencia. HORARIO FIJO en LUGAR FIJO.
PERIODOS CORTOS PERO BUENOS.


Asígnate módulos entre 15 y 35 minutos, dependiendo del tipo de material. A medida que te entrenes, conviene que vayas estirando los períodos, como un atleta que se entrena. Un poquito más cada vez, y tu atención se irá fortaleciendo.

CUANDO TE SIENTES, COMIENZA DE INMEDIATO CON LA TAREA.

En el mismo lugar, a la misma hora, y si es posible, de la misma forma. Cómo colocar tu libro en el centro, las lapiceras a la derecha, teniendo las hojas para apuntes en el estante superior, etc.
¡Y de frente a la tarea! Si empiezas a divagar, corres peligro de adquirir un mal hábito, el de dar vueltas antes de comenzar.
Arrancar automáticamente. Cuando llega la hora de empezar, hay que ponerse a trabajar de un modo maquinal, sin dudarlo un instante. El enemigo, como siempre, será la pereza.

TIEMPO DE OBJETIVOS EN VEZ DE TIEMPO DE RELOJ.
No es bueno que confíes solamente en la palabra ‘esfuerzo’.
Puedes reemplazarla por la palabra “Persistencia”, avanzando hacia tu objetivo de la forma más placentera, fácil y cómoda posible.
Para esto, se aconseja :
• Abandonar el lugar de estudio en los descansos. Estirar los músculos y relajarse física y mentalmente.
• Reanudar el trabajo en el momento exacto en que se ha previsto, sin dilaciones ni adelantos.
• Abandonar el lugar de estudio si se altera el estado de ánimo, por ejemplo, si uno se encuentra irritado o dominado por los nervios, o bien se tienen dificultades para mantener la atención. El lugar de estudio sólo debe utilizarse con tranquilidad y concentración.

HAZ ALGO, ¡NO PERMANEZCAS SENTADO SOLAMENTE!
Conviene que agregues acciones físicas concretas a tu vista, al mero hecho de leer. Una mente activa aprende más que la pasiva, aunque la enseñanza tradicional (ineficiente y obsoleta) exija la atención pasiva durante largos ratos, escuchando la presentación del profesor. Los estudiantes activos emplean mucho menos tiempo que los pasivos, y se presentan más seguros al examen o al aplicar los conocimientos.

Ejemplos de actividades:
1. Subrayar y destacar.
2. Marcar o escribir en los márgenes.
3. Resumir y organizar la estructura básica de los textos.
4. Parafrasear en forma escrita u oral (repetir lo leído con otras palabras).
5. Asociar los textos con imágenes, escenas, etc.
6. Emplear reglas mnemotécnicas.
7. Generar preguntas y contestarlas.
8. Asumir el rol del maestro (imaginarlo o hacerlo real) sobre el material estudiado.
9. Hacer Mapas Conceptuales.
10.Enseñar a compañeros de estudio o dialogar con ellos sobre una materia.